jueves, 17 de marzo de 2016

La solución propuesta genera el problema

En mi opinión el problema de la contaminación de la CDMX, se debe al conjunto de causas del pasado, ¿cómo es esto?, si se revisa el problema con una visión sistémica, tendremos: 

todo lo anterior genera que las personas ligadas de alguna manera a alguna problemática que tenga que ver con la resolución de parte de alguna autoridad de gobierno, emigra a la ciudad para tratar de solucionarla sumado a la incompetencia de los gobiernos locales a la falta de resolución local hacen que se genere el centralismo en la toma de decisiones.



Pongámoslo de la siguiente manera, en los años cincuenta, las políticas gubernamentales se encargaron de restringir el apoyo al campo y de fomentar las importaciones, así se deja sin oportunidades laborales a cientos de miles de campesinos, por ende tienen que emigrar para encontrar un trabajo remunerado que les permita llevar algo de alimento a sus hogares, posterior a ello en los años sesentas se le restringe la toma de decisiones a los municipios y se genera otra oleada de migración, la primera migración ya se había llevado también a sus familias, es fácil saberlo, puesto que de menos de un millón de habitantes en 1940, pasó a poco menos de 4 millones de personas en el valle de México, y para 1980 14 millones y para el año 2012 poco menos de 20 millones, es así como el gobierno a fomentado la contaminación en esta gran ciudad.
La centralización de decisiones por parte del sistema presidencialista que tenemos, ha generado que todas las instancias de gobierno se establecieran en la ciudad de México, y que tengamos marchas todos los días demandando soluciones que deberían resolverse en sus lugares de origen, esto claro si los estados, como dice en sus Constituciones fueran libres y soberana, pero como no lo son pues a la capital para que el presidente, el residente de los pinos resuelva. Algo así como que ahora la misma CDMX debe tener una Constitución, pero ¿para qué?, ¿para reafirmar el centralismo y dar plataforma a politiquerías? Volvamos al tema, la contaminación, ahora se culpa a los particulares que conducen autos que contaminan, pero, ¿quién autorizó el uso de microbuses como medio de transporte?, porqué se permitió la instalación de industrias contaminantes en el valle de México, ¿quién ha autorizado la deforestación de la ciudad?, ¿Cuántas personas trabajan de manera directa o indirecta para las Secretarías de Estado? Por qué no se han descentralizado geográficamente, por qué siguen en el valle de México, pues claro porque así le conviene al sistema decisorio.
Si los senadores y diputados representan a los ciudadanos de los estados, ¿qué hacen todos los días en la ciudad de México?, ¿por qué la sede del congreso no se traslada a otro estado de la república?, de igual forma la Secretaría de Marina y la de Reforma Agraria, pues porque es más fácil cobijarse bajo la axila del presidente y del partido. ¿Los miembros de los partidos, no pueden trasladar sus sedes a digamos puebla, Tlaxcala o Michoacán? , es más cómodo culpar a los vehículos que por falta de créditos baratos usamos los capitalinos, a falta de un servicio eficiente de transporte público. Hace más de treinta años, en los inicios de los ochentas, cuando las armadoras empezaron a fabricar y ofertar vehículos de cuatro cilindros y de tracción delantera, el gobierno ofreció que costarían  en promedio el equivalente a cinco mil dólares, alrededor de 25 mil pesos y así contribuir a disminuir la demanda de transporte público de aquel momento, ahora por el contrario, se indica que las facilidades crediticias otorgadas para acceder a un automóvil nuevo[1], ha hecho que aumente el número de automotores particulares en las vialidades de la CDMX. Y vuelta a culpar al ciudadano y a su medio de transporte, pero ¿cuantas administraciones locales han solapado a los microbuses?, ¿por qué el Sr. Peña Nieto tiene que dar instrucciones de un nueva norma de verificación?, ¿no lo pueden solventar los funcionarios por debajo de él? entonces ¿para qué fueron electos? ¿Por qué en lugar de metrobús a base de gasolina, no se compraron vehículos eléctricos?, aún más lejos, ¿Por qué no se invierte en la refinería y producir gasolina eficiente? Es mejor importar que producir, política igual a la de los años cincuenta.
Sacar de la circulación vehículos no es la solución, inviertan en los estados y generen empleos para devolver a la personas a sus lugares de origen, descentralicen las decisiones y las sedes de las secretarías de estado y devolverle la autonomía de decisión a los gobiernos de los estados, formular planes de movilidad eléctrica y con combustibles no fósiles.

[1] El economista 17/03/2016, página 5 

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