Tal parece que siempre el poder empodera y desestabiliza el timón, esta entrada es para referirme a lo que nuestro expresidente considera algo inverosímil, primero autoriza el espionaje y después se muestra sorprendido porque lo espiaron.
Como en cualquier actividad, debemos estar atentos de lo que nos plantea el hacer o decir, si hacemos debemos tener plena conciencia que traerá consecuencias casi siempre tangibles, cuando decimos parece que se transforma la reacción en un intangible, más aún, si no vemos la reacción ésta es totalmente intangible, pero por las acciones vistas es que se nos juzgará. Por lo que se refiere a las palabras, la acción del vocativo decido en voz baja, no deja de tener la repercusiones mismas que si se dice el vocativo en volumen alto, no con altisonancias; como claro es contradictorio por la sombra proyectada. Tanta tinta como sea deja muestra de la complejidad de la mente del que la tiende en el lienzo, pues bien, el expresidente que se siente sorprendido por lo filtrado por alguien de la contra parte que obtuvo el permiso para espiar, cometeré el infatilismo de tratar de explicar por que se siente sorprendido, a mi entender, simplista mente separo en sor y en prendido, y diré el "santificado" por el vocablo "sor" femenino utilizado para designar a la mujer emprendida en los quehaceres del seguimiento de la vida monástica, y "prendido" denota dos vertientes, la primera al que se "eleva al meterse algo", o al que fue "enganchado" lo que indica que se engancho en la inocencia de lo que como si fuese travesura autorizo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario